Perdida de Cobertura Forestal
Honduras posee amplias zonas de bosque, de las cuales se calcula que alrededor del 40% se ha perdido en las últimas décadas debido a la deforestación. Las principales razones que provocan la deforestación son; la expansión de la agricultura, la tala ilegal, la explotación insostenible de madera, la construcción de infraestructura como carreteras y represas, y los incendios forestales. Todos estos factores están relacionados con el crecimiento de la población y la necesidad de satisfacer las demandas alimenticias de la sociedad.
La deforestación tiene varios impactos negativos en Honduras. En primer lugar, provoca la pérdida de biodiversidad, ya que muchos animales y plantas dependen de los bosques para su hábitat. Además, la deforestación contribuye al cambio climático, ya que los bosques actúan como sumideros de carbono, absorbiendo grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera. Cuando los árboles son talados, liberan grandes cantidades de carbono, lo que contribuye al calentamiento global.
La deforestación también tiene repercusiones sociales y económicas. Muchas comunidades rurales en Honduras dependen de los recursos forestales para su sustento, incluyendo la recolección de alimentos y la obtención de materiales para la construcción. La pérdida de los bosques afecta negativamente su calidad de vida y su capacidad para subsistir.
Los bosques en Honduras están amenazados y son vulnerables a fenómenos naturales como huracanes, sequías, cambio de uso de suelo y plagas forestales producto del cambio climático. Las plagas forestales han provocado la pérdida de cobertura forestal en bosques de conífera. Las especies descortezadoras más representativas son Dendroctonus sp e Ips sp, cuyos árboles huéspedes son las especies de coníferas, lo cual ha aumentado en importancia en los últimos años ya que su población aumenta en temporadas de sequía extrema causando la muerte de muchos árboles de pino.
En los últimos años, la pérdida de cobertura forestal más significativa por plagas se registró entre los años 2014 y 2018, afectando a 5, 217 ha de bosques de coníferas del país. Los departamentos de Santa Bárbara (22.35%), Comayagua (20.77%) y Olancho (15.47%) fueron los más afectados debido a variaciones climáticas que resultaron en sequías prolongadas y altas temperaturas, condiciones favorables para la reproducción y propagación del gorgojo descortezador de pino.